Junto a la carretera de Fuente el Fresno, durante tanto tiempo nuestro camino habitual a Ciudad Real, podemos ver la Casa de Renales.

Todo Villarrubiero mantiene en su recuerdo la casa y el enorme Pino ( antes dos ) que la acompaña; la alberca y el agua fresca que cada tercer domingo de agosto hacen más llevadero el camino hacia el pueblo, con la imagen de nuestra patrona sobre los hombros.

Está situada en un hermoso paraje, rodeada de viñas y cerca de una pequeña arboleda. Si disponemos de tiempo, el Parque Natural de las Tablas de Daimiel y los caminos circundantes ofrecen al observador un sinfín de posibilidades. A pie o en bicicleta, este es un buen lugar para empezar el viaje.